Pearce presenta aquí la extraordinaria floración de hombres y mujeres de letras, o artistas, que a lo largo del siglo XX en Inglaterra se hicieron propagadores de la fe. En su mayoría eran conversos al catolicismo (Chesterton, Knox, Benson, Dawson, Waugh, Spark...); otros se acercaron o volvieron a la Iglesia anglicana (Lewis, Eliot); hubo también quienes desde niños eran católicos (Belloc, Tolkien) o anglicanos (Sayers).
Con sus plumas y sus voces mostraron el vigor intelectual del cristianismo, dieron la réplica a las ideologías ateas, renovaron la apologética y ofrecieron respuestas a las crisis espirituales de su tiempo. Escribieron testimonios de sus conversiones que han acercado a la Iglesia a gran número de lectores.Esta obra es de un auténtico especialista.
Pearce es autor de biografías y estudios sobre Chesterton, Belloc, Tolkien, Wilde, Roy Campbell, Lewis, E.F. Schumacher. Aporta muy abundante información, en parte inédita, fruto de investigaciones propias. La organiza siguiendo la cronología del siglo: cada capítulo muestra un periodo, o un tema, en el que intervienen varios conversos. Los más señalados entran en escena repetidamente, en distintas fases de sus vidas. Esto facilita al autor traer a colación las relaciones –por el trato personal o por las obras– entre muchos de ellos.
El inconveniente es que en realidad Pearce pocas veces se detiene en las relaciones; sobre todo, habla de cada quien uno por uno y pasa al siguiente no siempre con motivo claro, a veces por mera asociación de ideas.El libro, en fin, es mucho más una colección de historias personales –varias decenas– que el análisis o tan siquiera la crónica de un fenómeno. La profusión de datos oculta el panorama.
Pearce no termina de explicarnos aquel hervor iniciado por Newman que llevó a tantos intelectuales a la fe, aquel movimiento en las mentalidades y en la cultura, aquel prestigio y atractivo que adquirió la Iglesia católica en el ámbito anglosajón. De todas formas, Escritores conversos tiene interés sobrado porque transmite eficazmente la fuerza y autenticidad de las vidas que relata.
Pearce no termina de explicarnos aquel hervor iniciado por Newman que llevó a tantos intelectuales a la fe, aquel movimiento en las mentalidades y en la cultura, aquel prestigio y atractivo que adquirió la Iglesia católica en el ámbito anglosajón. De todas formas, Escritores conversos tiene interés sobrado porque transmite eficazmente la fuerza y autenticidad de las vidas que relata.
Firmado por Rafael Serrano Fecha: 19 Septiembre 2007
Aceprensa.com
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